Han pasado unos cuantos días desde que sucedió, pero sigo dándole vueltas, más aún después de haber visto “Untold: Punto de Break” (que por cierto, os recomiendo encarecidamente). En «Untold» el protagonista fue Mardy Fish, y en el caso actual, Novak Djokovic.
Os pongo en situación: Novak, uno de los 3 mejores tenistas de todos los tiempos en cuanto a nº de grand slams (Rafa Nadal y Roger Federer están igualados a Novak con 20) tenía la posibilidad en el US Open de conseguir su título nº 21 y colocarse como el mejor de todos los tiempos sin discusión, al menos tomando los títulos como referencia. Además, tenía la posibilidad de completar el poker de Grand Slam en 2021, algo que no se lograba desde 1969.
Poner el foco de atención tan sólo en el resultado no ayuda al deportista en ningún sentido.
Durante la final de ese torneo, contra Medvedev, su forma de comportarse fue bastante llamativa, teniendo en cuenta su estilo habitual. En otras ocasiones, nos encontramos a un Novak que expresa su frustración o descontento con su partido de formas agresivas como gritar, lanzar la raqueta o romperla. En este caso, ese Novak apenas hizo acto de presencia. Rompió una raqueta, pero no se percibió ese Novak de otras ocasiones. En cambio, salió el lado más humano de Novak. Con 2-0 en contra, durante el descanso, Novak se rompió. Sentado en su silla, se echó la toalla en la cabeza y lloró desconsolado.
Aún quedaba partido, pero Nole ya se había entregado. No sabemos si en su cabeza aún estaba la dura derrota en los JJOO, si tan sólo estaba la oportunidad perdida de ser el mas grande de la historia, si la posibilidad de hacer el poker de Grand Slam…. O un mix de todas ellas. Novak lo explicó así:
«La preparación para este torneo, desde el punto de vista mental y emocional, ha sido demasiado. Demasiado difícil de manejar
“Han sido muchas emociones. Esta derrota es dura, teniendo en cuenta todo lo que había en juego. Cuanto acabó el partido, estaba contento de que terminase porque la preparación para este torneo, desde el punto de vista mental y emocional, ha sido demasiado. Demasiado difícil de manejar”
Es difícil hacer un análisis desde la distancia, pero estoy muy seguro de que la posibilidad de conseguir ser el mejor tenista de la historia haya nublado todo lo demás. Como ya sabemos, tener el foco de atención puesto tan sólo en el resultado no ayuda al deportista en ningún sentido, ya que es algo que no se puede controlar directamente, y nos distrae de lo verdaderamente importante: lo que hacemos para llegar allí.
No sólo eso. En este caso, se juntaba todo lo anterior, con su participación en los JJOO donde sale derrotado en semifinales individuales y declina jugar el dobles mixto, motivo por el que recibe muchas críticas de gran parte del mundo del deporte.
¿Cómo se podría trabajar con un deportista que pasa por este momento?
- Hablar de lo sucedido, lo que has sentido, pensado… Identificar tus sentimientos sobre esa competición concreta o sobre tu estado actual, comprenderlos y entenderlos. Cerrar y dejar atrás ese momento emocionalmente tan estresante puede ser algo muy necesario. Las conclusiones que sacas de todo ello, tanto las positivas como lo que aprendes de cara al futuro y cerrar esa “herida” se torna en algo clave para seguir compitiendo a ese nivel.
- Establecer nuevas metas y objetivos, relacionados no solo con el resultado (obviamente el resultado es importante y es a donde quiere llegar el deportista, el fin último) si no más bien centrarlo en su propio rendimiento, aspectos técnicos o tácticos concretos, sus rutinas, lo que va a pensar… para que todo ello sea algo que el puede controlar de una forma directa. Esto acabará desembocando en una mayor facilidad para obtener ese resultado que busca.
- Utilizar su diálogo interno de forma positiva. Lo que un deportista se dice durante un entrenamiento o una competición es vital. Ser capaces de dirigir la atención a donde queremos utilizando nuestro diálogo interno es muy importante, ya que podremos dirigirlo hacia nuestros objetivos, a algo motivacional, a nuestro estado actual…. Siempre evitando que cerebro “vague” y comiencen a aparecer pensamientos negativos como “qué malo soy”, “no acierto una”, “no puedo más”, “el árbitro está en mi contra”… Y llevarlo más a “Oriéntate con la espalda hacia la banda”, “coge la raqueta de x forma”, “utiliza el centro de la pista”, “soy una máquina”…
Lo que un deportista se dice durante un entrenamiento o una competición es vital.
- Exigirte en base a tu estado actual. Es muy habitual que un deportista que es exigente consigo mismo siempre se exija estar en su 100%. Esto es bueno porque nos permite que el deportista ponga todos sus recursos para lograr el mejor punto de forma posible de forma constante, pero me parece una contradicción si tenemos en cuenta el punto de vista mental. Habitualmente durante una temporada, un deportista llega a su máximo pico de forma (física, técnica y mental) durante un breve período de tiempo. A veces es capaz de mantenerlo más tiempo y otras menos. Si siempre se exige estar en ese nivel…. ¿Qué creéis que va a pasar? Posiblemente si sienta frustrado, ya que verá que no es capaz de hacer lo que al 100% si. Por tanto, creo que hay que preguntarle al deportista, ¿En qué punto estás ahora mismo? ¿80%? Pues entonces exígete ese 80%, nada más. Lo que puedas hacer que entre en ese 80% tienes que exigírtelo, lo que queda en el 20% restante, no tiene sentido que te lo exijas, ya que no estás en ese punto.