La ansiedad en el deporte existe y está muy presente. ¿Qué es la ansiedad? Un estado mental que nos llena de inquietud, de excitación y de una gran inseguridad. Aunque realmente, la ansiedad es simplemente un mecanismo defensivo, un sistema de alerta ante situaciones consideradas amenazantes. Su función es movilizar al organismo, mantenerlo alerta y dispuesto para intervenir frente a los riesgos y amenazas, de forma que no se produzcan o se minimicen sus consecuencias. La ansiedad, pues, nos empuja a tomar las medidas convenientes (huir, atacar, neutralizar, afrontar, adaptarse, etc.), según el caso y la naturaleza del riesgo o del peligro.
Los entrenadores o cuerpo técnico deben saber cómo combatir la ansiedad en el deporte y, sobre todo, como ayudar al jugador. Vamos a analizar la entrevista que dió André Gomes a Panenka hace dos años, donde se trata mucho este tema.
“No me siento bien en el campo, no estoy disfrutando de lo que puedo hacer”.
André Gomés
¿Y por qué no disfruta? ¿Qué puede estar pasando para que no disfrute en el campo? Que está demasiado centrado en el resultado de sus acciones, pensando en lo que podría pasar si le saliese mal, en lugar de estar pensando en la acción en sí misma. No es algo raro en la alta competición.
“Los primeros seis meses fueron bastante bien, pero luego las cosas cambiaron. Quizá la palabra no sea la más correcta, pero se volvió un poco infierno, porque empecé a tener más presión. Entrenando estoy muy tranquilo. Obviamente que hay algún día que estoy un poco mal de confianza, porque hasta en los entrenamientos se nota. Sabes que has sufrido. Pero en los entrenamientos me siento cómodo con mis compañeros”
André Gomes
Entrenando se encuentra tranquilo porque no hay la misma presión que durante un partido: no hay público, nadie más te está evaluando excepto tus compañeros y el entrenador… en un entrenamiento además te puedes permitir el lujo de arriesgarte y fallar porque para eso se entrena.
Básicamente, cuando entrena no piensa en que si falla pasará algo malo, simplemente juega, sin ninguna presión. En cambio, cuando sale a competir, sale con la presión de tener que hacerlo bien sí o sí, con lo que es difícil que se concentre en lo verdaderamente importante.
Tiene que haber un cambio de mentalidad: o compites pensando en lo mismo que entrenando o entrenas pensando lo mismo que compitiendo. Lo ideal es lo primero, pero otra opción válida es lo segundo. Si no hacemos esto no nos valdrá nada el entrenamiento: será como si entrenásemos a baloncesto y compitiésemos a fútbol, deportes totalmente distintos.
“Pensar demasiado me hace daño. Porque pienso en las cosas malas y, después, en lo que tengo que hacer, y voy siempre a remolque. Aunque mis compañeros me apoyan bastante, las cosas no me salen como ellos quieren que salgan”
André Gomes
Aquí podemos ver la importancia de centrarnos en el momento presente y no anticipar eventos o situaciones futuras. Se le llama ansiedad anticipatoria. ¿De qué se trata? Básicamente una vez que hemos experimentado una situación en la que hemos sufrido, cuando interpretamos que podríamos sufrir de nuevo, nos protegemos. Pensamos que estar atentos al peligro nos hará mejorar y cometer menos errores, consiguiendo todo lo contrario: como hemos hecho el error nuestro centro de atención, estamos impidiendo que podamos jugar de forma fluida y disfrutando.
Estar tranquilos, seguros y alegres es una de las claves para conseguir el éxito. Cuando pasa esto, lo ideal sería ser capaz de concentrarse en aquello que has repetido miles de veces en los entrenamientos y que te han llevado a donde estás en ese momento, desviando el pensamiento hacia el juego y al momento presente.
“Me encierro. No me permito sacar la frustración que tengo. Entonces, lo que hago es no hablar con nadie, no molestar a nadie. Es como si me sintiera avergonzado.”
André Gomes
No contar con la ayuda de nadie para comentar sus problemas, quitando a tus amigos, que podrán dar apoyo personal pero no profesional, para lo cual lo adecuado sería que alguien del cuerpo técnico ejerciese esa función, ya sea un psicólogo o incluso el mismo entrenador.
¿Qué debería hacer el entrenador desde el punto de vista psicológico?
· El día que haga un muy buen entrenamiento, aprovechar la ocasión para felicitarle y hablar con él siempre a solas intentando averiguar las causas de su bajo rendimiento en los partidos.
· Intentar conocer los motivos que le ponen nervioso en los partidos, pero también aclarar si tienen que ver con el comportamiento del propio entrenador, compañeros, familiares, etc.
Generalmente, las razones expuestas por el futbolista podrían ser dos:
1ª: Tiene miedo a hacer las cosas mal y no responder a lo que se espera de él (expectativas).
2ª: Su cabeza está llena de pensamientos negativos relacionados con las consecuencias de sus acciones, se pone nervioso y no respira bien.
En este caso, el propio André Gomes afirma que cumple con los dos casos.
Podéis leer la entrevista completa de André Gomes en Panenka hablando sobre la ansiedad en el deporte aquí: https://www.panenka.org/miradas/pensar-demasiado-me-dano/
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